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Más de 200 pastelerías de la provincia de Barcelona ponen a disposición de los padrinos un servicio de entrega a domicilio para que a ningún ahijado le falte su mona el próximo Lunes de Pascua.

 

Conocedores que no será lo mismo celebrar la fiesta sin la familia, el Gremi de Pastisseria de Barcelona propone posponer el encuentro más festivo y familiar para el próximo 1 de junio, la Segunda Pascua o Pascua Granada.

 

Aunque estemos confinados y no nos podamos reunir con la familia, se acerca Pascua i ningún ahijado debe quedarse sin su mona. Para paliar la falta de celebración común durante la próxima festividad de Semana Santa, el Gremi de Pastisseria de Barcelona propone la iniciativa #capnensensemona, duplicando la festividad y celebrándola tanto el 13 de abril como el 1 de junio, el Lunes de Pascua tradicional y el de la Segunda Pascua. En tiempos inciertos, incentivemos la alegría.

 

Para la primera fecha, la habitual, más de 200 pastelerías de la provincia ya se han puesto a trabajar para ofrecer un servicio de entrega a de monas a domicilio, para que el padrino pueda seguir regalando la mona a su ahijado o ahijada sin estar presente, aunque los niños la disfruten sólo con los padres. “No será lo mismo, pero colaboraremos a que todo el mundo se quede en casa permitiendo al mismo tiempo que los niños tengan sus monas el día que toca, reservando para más adelante la fiesta en familia”, explica Elies Miró, presidente del Gremi. La petición de entrega de monas la gestionará cada pastelería individualmente por teléfono, y el lisado de todas las pastelerías que participan en esta iniciativa se podrá consultar en la web del Gremi.

 

Por otro lado, la fiesta compartida y en comunión tendrá lugar el 1 de junio, día de la Segunda Pascua, festividad también religiosa i con nombre ad hoc. “Esperamos disfrutar entonces ya de una cierta normalidad para que padrinos, abuelos y familiares se reúnan ahora sí para volver a comer la mona”. Por eso, las pastelerías de la provincia ya han mostrado su voluntad de volver a elaborar monas para aquella fecha, ya sin servicio a domicilio “forzado”. “Será un momento de celebración familiar y global, un reencuentro en sociedad”.

 

La decisión de duplicar la mona nace del Gremi de Pastisseria de Barcelona y cuenta con el visto bueno y la aquiescencia de las pastelerías de la provincia, “que desde que lo comentamos han ido sumándose en masa”, comenta Miró. “A día de hoy, han confirmado el servicio de entrega a domicilio más de 200 pastelerías, aunque esperamos que en los días que faltan para la fecha se sumen algunas más”. “Es también una manera de sumar felicidad en unas fechas tristes”, y ayudar al sector en una campaña que para las pastelerías supone entre el 25 y el 30% de la facturación anual.

 

En la provincia de Barcelona, el año pasado se vendieron cerca de 700.000 unidades de este dulce y, aunque este año no se espera llegar a estas cifras, sí que su vigencia ha de servir para reforzar un sector solidario y sacrificado, que sigue abierto estos días como elaborador de productos de primera necesidad. Sus trabajadores siguen al pie del cañón, atendiendo a la clientela con todas las medidas de seguridad dictadas, evidentemente, y así seguirán por compromiso y solidaridad “hasta que podamos volver a la normalidad y celebrar la alegría de un pastel rodeados de familia y amigos”. Por ejemplo, el 1 de junio.

 

Y siguiendo esta voluntad de hacer de esta festividad, este año peculiar, una fecha más alegre, el Gremi en colaboración con el cantautor Miquel Abras presenta también una canción para acompañar la actual campaña de la mona de Pascua. Una canción, titulada “ Sempre guanya l’amor”, en la que se reivindica la dulzura y la muestra de amor que implica este dulce tan típico.

 

¿Cuá es la tendencia en monas?

 

Con la mona más viva que nunca, los padrinos volverán a tener que escoger forma y color. Según explica Olivier Fernández, director de la Escuela del Gremi de Pastisseria de Barcelona, “es difícil predecir cuáles serán las monas más vendidas este año. No les podemos pedir demasiada imaginación a los pasteleros…”. De todas formas, Fernández apuesta que las tradicionales figuras de personajes de Disney o Pixar, así como los cachorros de la Patrulla Canina o las figuras de jugadores del Barça quedarán eclipsadas “por las monas de autor de productos atemporales, donde lo importante es el tipo de chocolate (natural) y sin uso de azúcares, consiguiendo el color con frutas liofilizadas, no con colorantes”. Los pasteleros dedican una media de tres horas de trabajo a cada pieza que, de forma artesanal, se elaboran con cacao de calidad, sin aditivos, ni aceite de palma, ni grasas ‘trans’ o colorantes azoicos. Además, igual que otras piezas de pastelería artesana, las monas actuales se adaptan a las nuevas tendencias, como la reducción de azúcar en el clásico bizcocho (con mantequilla, chocolate y fruta confitada).

 

La Mona de Pascua, seis siglos de tradición

 

La primera documentación sobre un bizcocho circular data del siglo XV, aunque no es hasta 400 años más tarde que los pasteleros franceses acompañan estas piezas con chocolate. Es en el siglo XX cuando nace el arte de crear figuras con este ingrediente, una tradición que llegó a Barcelona en 1930 de la mano del pastelero Lluís Santapau, quien, desde la desaparecida Confitería Mora, comienza a modelas las primeras figuras. Años más tarde, las monas de chocolate ya se habían popularizado por todo el país con grandes creaciones en las vitrinas de las pastelerías para sorprender a mayores y niños.

 

En el año 2000, el Gremi de Pastisseria de Barcelona impulsó la creación del Museu de la Xocolata, en el que se exponen una serie de obras únicas y se repasa la historia del trabajo artesanal de cientos de maestros chocolateros que han forjado la historia de esta tradición a fuerza de horas de trabajo y de creatividad.

 

Al lado del Museu se encuentra la Escuela de Pastelería del Gremi, todo un referente internacional en formación de futuros pasteleros y maestros chocolateros de todo el mundo.